martes, 24 de marzo de 2015

Peronalidad, Trastornos y Esquizofrenia

Personalidad 

Es una estructura de carácter psicológico que hace referencia al conjunto de rasgos distintivos de un individuo está formada por una serie de características que utilizamos para describirnos Entre estas características se encuentra lo que en psicología se denominan rasgos (como agresividad, sumisión, sociabilidad, sensibilidad...); conjuntos de rasgos (como extroversión o introversión), y otros aspectos que las personas utilizan para describirse, como sus deseos, motivaciones, emociones, sentimientos y mecanismos para afrontar la vida.








FORMACION DE LA PERSONALIDAD DESDE UNA PERSPECTIVA CULTURAL Y DINAMICA DE LA PERSONALIDAD EN SITUACIONES DE CAMBIO


Este artículo pretende dar algunos aportes sobre el tema Personalidad y Cultura, desde una perspectiva psicológica. Pensando en una secuencia lógica, el desarrollo del tema se planteará en dos subtítulos, 
Primero: Desarrollo de la personalidad, entendiendo dentro de éste algunas teorías psicológicas y sociales que se han planteado, para poder descubrir los detalles que, de una u otra forma intervienen para dar a cada individuo su propia configuración en el mundo. Para tener una visión integral del hombre, preocupación que se ha acentuado sobre todo en el último tercio del Siglo XX, Erickson y Piaget ofrecen una perspectiva unificada del desarrollo emocional, cognoscitivo e intelectual, que unidos a las opiniones de Kardiner, J. Stoetzel, Allport y otros, permiten aclarar en parte, los procesos y mecanismos del desarrollo de la personalidad.
 El segundo subtítulo: Socialización endoculturación, se enfoca sobre los criterios, ampliamente aceptados de M. Mead, C.Kluchhohn, R.Linton, C.Lévi-Strauss, G. Foster, S. Ervin y E. Bruner. Al final del artículo se plantearán unas conclusiones que conlleven a establecer conexión que existe entre los procesos individuales y sociales de formación de la Personalidad.

HIPERACTIVIDAD Y TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD . 

SOBRE LA HIPERACTIVIDAD

En el momento actual la hiperactividad del niño se ha convertido en un “síndrome” o, aún más, en una “enfermedad” de moda, particularmente en la psiquiatría anglosajona, de cultura sanitaria y medios asistenciales muy diferentes a los nuestros. Pese a ello está siendo importada y descrita por ciertos medios, de prensa y también científicos de nuestro país, como si se tratara de una situación clínica de descubrimiento y tratamiento reciente. Se trata sin embargo de un concepto de larga y controvertida historia que conviene repasar con algún detalle para no incurrir en un reduccionismo excesivo que puede conducir a decisiones clínicas y terapéuticas excesivamente simplificadoras. Por sorprendente que pueda parecer, sobre todo a quienes ya hemos conocido hace décadas el mismo fenómeno, (en los años setenta ya con la hiperactividad y entonces y posterior-mente con conceptos también controvertidos como el de disfunción cerebral mínima o el de dislexia) asistimos a la reactivación y promoción, con un interesado etiquetaje de “nuevo descubrimiento científico”, de hechos clínicos sobradamente conocidos y de propuestas terapéuticas ensayadas desde hace mucho tiempo. Una vez más, se trata de encajar hechos clínicos complejos en un viejo y estrecho paradigma, resucitado por la actual orientación psiquiátrica denominada “neo-kraepeliniana”, que tiende al ideal decimonónico del llamado “modelo médico”: “una causa, una enfermedad, un tratamiento”.

TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD 

está determinado por un conjunto de afecciones psiquiátricas que alteran el curso normal de las relaciones interpersonales. Aunque su causa no puede ser determinada con exactitud, los especialistas hablan de la existencia de diversos factores genéticos y ambientales que contribuyen a su desarrollo.

síntomas del trastorno de personalidad
provoca una gran inestabilidad afectiva y conductual, que altera y perturba muchas áreas de la vida (formativa, laboral, afectiva, relacional) del paciente y de las personas con las que convive. Puede haber otras complicaciones asociadas, como trastornos del estado de ánimo, de la alimentación, drogodependencias, etc., que agravan el problema.
Patrones de comportamiento inadaptados, generalizados, persistentes y muy arraigados. La alteración se localiza en el rasgo de la personalidad, más que su estado. Los rasgos inadaptados pueden ser:  
  •  comportamiento 
  •  emocionales  
  •  cognoscitivos  
  •  perceptivos  
  • psicodinámicos  
La necesidad de conocerlos mejor ha surgido por tres razones fundamentales: 
la constatación de que se trata de trastornos frecuentes en la comunidad, y se detectan en medios socioculturales distintos; el daño o perjuicio que suponen para el individuo que los padece, la familia y la sociedad en general; la evidencia de que son una variable importante para la evolución y el pronóstico de las enfermedades mentales, así como para el resultado del tratamiento. 

Las concepciones de la personalidad se han desarrollado tradicionalmente a partir de tres disciplinas distintas: psicoanálisis, sociología y psicología conductista. A éstas hay que añadir el enfoque biológico. Uno de los puntos más discutidos al comparar los distintos modelos teóricos consiste en saber si deben ser considerados desde un punto de vista dimensional o bien categorial. Este problema se plantea debido a que muchos rasgos descritos se encuentran, en mayor o menor grado, en la mayoría de los individuos. Según el enfoque dimensional, que cuenta con más pruebas experimentales a su favor, los trastornos de la personalidad constituyen variantes cuantitativas extremas y desadaptativas dentro del amplio espectro de la personalidad normal. El enfoque categorial considera que son entidades psicopatológicas cualitativamente distintas, síndromes que pueden estar presentes o ausentes. Tal vez lo adecuado sea utilizar un enfoque u otro en función de los distintos trastornos. 
La mayoría de definiciones coinciden en destacar tres puntos fundamentales:  
  1. se inician precozmente, en la infancia, adolescencia o, como máximo, al principio de la edad adulta;  
  1.  persisten a lo largo del tiempo y los distintos ámbitos personales y sociales van siendo invadidos por  patrones anormales de conducta, y 
  1.  generan un importante malestar al individuo y/o problemas de rendimiento laboral o social. 
Asimismo es preciso distinguir si realmente se trata de un trastorno estable y duradero o si, por el contrario, es consecuencia de otros factores, como enfermedad mental, abuso de sustancias, enfermedad orgánica o simplemente la reacción a un acontecimiento estresante. También es necesario considerar las circunstancias ambientales que envuelven al individuo. Más frecuentes entre las poblaciones urbanas y los grupos socioeconómicos más bajos. Asimismo se aprecia un ligero descenso en los grupos de edades más avanzadas. Los trastornos de la personalidad no muestran diferencias respecto al sexo; algunos trastornos específicos parecen ser más frecuentes en los hombres que en las mujeres, o al contrario. Los abordajes de tipo psicoanalítico son preferibles en pacientes ansiosos y/o inhibidos, mientras que las terapias cognitivo-conductuales se muestran más eficaces cuando se trata de fijar unos objetivos o de modificar hábitos desadaptativos o socialmente peligrosos. 


SIGNOS Y SINTOMAS 

1. Antecedentes de dificultades de larga duración en diversas esferas de la vida. 
2. Egosintónico 
3. Rigidez. 
4. Ansiedad, como protección subyacente.  
5. Falta de empatía con los demás.  
6. Fijación en la etapa del desarrollo: inmadurez.  
7. Dificultades en las relaciones interpersonales: amor y trabajo. 

CLASIFICACION  
1- Sujetos extraños o extravagantes:  
● Esquizoides  
● Esquizotípicos  
● Paranoides  

2- Sujetos inmaduros:  
● Histriónicos  
● Narcisistas  
● Antisociales  
● Límite  

3- Sujetos temerosos:  
● Evitadores  
● Dependientes 
 ● Compulsivos  

TRASTORNO ESQUIZOIDE  


Falta de interés e incluso la indiferencia por las relaciones sociales. Dificultad para expresar sentimientos de cualquier tipo. Ensimismados, ausentes. A primera vista pueden parecer personas simplemente tímidas o introvertidas, aunque suelen tener reacciones emocionales intensas y, a veces, consiguen una adaptación social aceptable. Todo parece indicar que las personas con trastorno esquizoide no manifiestan sus emociones por el mero hecho de que no las tienen. Su mundo interior diríase que está vacío. Como máximo, en situaciones en las que se encuentran especialmente cómodos y relajados, pueden verbalizar estados de malestar en relación con sus dificultades para las relaciones sociales. En su interior se sienten en desacuerdo con su autoimagen. Tienden a ocuparse en actividades solitarias que no requieran interacción alguna y, en ciertos casos, son capaces de obtener buenos resultados, aunque suelen pecar de fantasiosos. En las tareas de tipo mecánico o abstracto es, al parecer, donde mejor se desenvuelven. Las personas con un trastorno esquizoide de la personalidad pueden padecer fobias y vivencias autorreferenciales y, en casos de estrés intenso, presentar episodios psicóticos breves, de minutos u horas, frecuente el consumo de tóxicos. 


TRASTORNO ESQUIZOTIPICO



 Es el más grave y más raro de todo el mundo. La persona que lo presenta puede quejarse de tener pocos amigos, lo cierto es que parece no desearlos. Su lenguaje es peculiar; responde vagamente o con metáforas y, en conjunto, se expresa de forma muy rebuscada y estereotipada, sin llegar al descarrilamiento o incoherencia típicos del psicótico. Incapaz de disfrutar de aquellas cosas o situaciones que son consideradas placenteras por la mayoría. El contacto con los demás es frío y más bien receloso. Con frecuencia le asaltan ideas autorreferenciales que le provocan grados de ansiedad elevados. Proclives a interesarse por el mundo de lo paranormal y, a menudo, están convencidos de poseer poderes especiales o de que son capaces, de alguna extraña forma, de controlar los actos de los demás. Pueden sufrir episodios de despersonalización o desrealización. En situaciones de estrés pueden presentar episodios psicóticos breves, pero en algunos casos, el cuadro reviste tal gravedad que cumple criterios para el diagnóstico de trastorno psicótico. 

TRASTORNO PARANOIDE 



Desconfianza hacia los demás, la sospecha constante de que pretenden perjudicarles. Necesitan de forma exagerada sentirse autosuficientes y se conceden a sí mismos gran importancia. El sentido de realidad está distorsionado, de forma que cualquier detalle del ambiente, por nimio que sea, puede ser interpretado como amenazante o como la prueba que confirma sus sospechas. Son dados a ver conspiraciones y por ello permanecen en constante estado de alerta con el fin de controlar y detectar la más mínima señal de peligro. Cuando creen hallarla, reaccionan de forma rápida e incluso pueden contraatacar con violencia. Suelen ser rectos, se aferran a las normas y carecen de sentido del humor y de flexibilidad, mostrándose intransigentes, cuando no hostiles, ante todas aquellas personas cuyas actitudes no encajan con las suyas. Sentido combativo y tenaz, en ocasiones se dejan llevar por el fanatismo. La tendencia a considerarse muy importantes genera una actitud autorreferencial que les induce a sentirse ofendidos ante el más pequeño desaire; no olvidan, se suelen mostrar resentidos y rencorosos y jamás perdonan.  En situaciones muy estresantes, estas personas pueden padecer episodios psicóticos de breve duración. Con cierta frecuencia presentan abuso o dependencia de tóxicos y pueden desarrollar otros trastornos (depresivo, agorafóbico u obsesivo-compulsivo). 


TRASTORNO HISTRIONICO  



Buscan constantemente ser admirados por los demás y adoptan conductas inapropiadamente seductoras o provocativas, mostrando además una preocupación exagerada por su atractivo físico. En la biografía existen traumas de naturaleza sexual; al ser extravertidas y al estar insaciablemente necesitadas de afecto, son cálidas y seductoras, establecen con facilidad relaciones poco elaboradas y dan señales equívocas, que dan pie a malos entendimientos. Facilidad para hacer amistades, pero son poco elaboradas y pasa rápidamente de lo que él cree gran intimidad al olvido o desprecio más absoluto. Los cambios en las relaciones interpersonales no le afectan tan profundamente como a los que padecen un trastorno límite de la personalidad. Egocéntricas y muy subjetivas en sus juicios, manifiestan cambios bruscos de humor y dan muestras de ser suspicaces e hipersensibles. Carecen de estabilidad emocional. 


TRASTORNO NARCICISTA 



El convencimiento de que son especiales y superiores lleva a estas personas a esperar un trato deferente por parte de los demás. Presumidos y fatuos. Autoestima frágil, hipersensibilidad a las críticas. En realidad no las toleran y, ante la mínima señal de desaprobación o de falta de admiración, se muestran irritables, reaccionan de forma agresiva, a veces contraatacando, o se sumen en estados pseudodepresivos; en algunos casos se aíslan socialmente o adoptan un apariencia de humildad, bajo la cual ocultan su arrogancia. Viven preocupados por sus fantasías de grandiosidad a todos los niveles: belleza, prestigio, amor. Suelen descalificar y envidiar a los que triunfan, pero están convencidos de que son ellos los envidiados. Les cuesta aceptar las normas de la realidad y, aunque profesionalmente pueden obtener éxitos importantes, el terror a ser juzgados suele perjudicar su rendimiento; por lo general huyen de las situaciones de competitividad. Incapacidad de sintonizar con los sentimientos o deseos del prójimo. Infravaloran a las otras personas y sólo se tratan con aquellas que consideran relevantes Relaciones amistosas o sentimentales, siempre con alguien que les refuerce su autoestima. Son ingratos y raramente dan muestras de generosidad. Fríos y tienden a explotar y culpabilizar a los otros, especialmente a la familia, si no consiguen los éxitos que creen merecer; pueden llegar a comportarse como verdaderos tiranos. Pueden padecer trastornos depresivos o distímicos o, por el contrario, estados hipomaníacos coincidiendo con épocas de grandiosidad. 


TRASRONO ANTISOCIAL  

Necesitan gratificaciones inmediatas y tienen una tolerancia muy baja a la frustración, con tendencia a la agresividad. Incapacidad para sentir culpa o remordimiento por sus actos y propensión a responsabilizar siempre a los demás. Se caracterizan por una gran dificultad para aprender de la experiencia, sobre todo del castigo. Socialmente, son personas carentes de empatía, frías, manipuladoras, desconsideradas y, en ocasiones, crueles. Como paradoja, superficialmente pueden resultar agradables e incluso atractivas. La falta de compromiso y la impulsividad caracterizan todos sus actos; son incapaces de mantener relaciones interpersonales duraderas y es frecuente que hayan tenido muchas parejas sexuales. Vida laboral inestable. Pueden tener problemas graves con la ley. Pueden sentirse tensos, disfóricos o quejarse de aburrimiento. Otras veces desarrollan verdaderos trastornos de ansiedad, depresivos o somatizaciones. 

TRASTORNO LÍMITE
  


Presentan alteraciones de la imagen de sí mismos y dudan a menudo de sus objetivos o de sus preferencias sexuales. Los sentimientos de vacío les invaden constantemente. Son muy sensibles a los cambios en sus relaciones interpersonales que, por otra parte, suelen idealizar o despreciar sin motivos aparentes; se implican tan intensamente que las rupturas acostumbran a ser motivo de descompensaciones, a veces graves. Realizan esfuerzos excesivos para evitar el abandono, sea real o imaginado. A menudo amenazan con autolesionarse o con el suicidio y en no pocas ocasiones lo ponen en práctica. En algunos casos llegan a automutilarse y después no recuerdan nada, como si hubiesen pasado por un episodio disociativo. 



TRASTORNO POR EVITACION  



Cualquier situación en la que pueda cuestionarse su imagen les genera una gran ansiedad: no sólo temen ser desaprobados, sino también su propio descontrol ante la mínima señal de ello. Mecanismos utilizados: negación y proyección. Los otros lo ven como un individuo tímido, retraído y callado; en realidad, lo que está intentando es pasar inadvertido por el temor que tiene a no saber qué hacer o qué decir. Gran retraimiento social. Aunque ellos desean afecto y aceptación, tienen gran dificultad para establecer relaciones íntimas, ya que sólo son capaces de acercarse a aquellos de cuya aprobación están completamente seguros. Les angustia encuentros con personas nuevas. Poco soporte social, muy a menudo, se refugian en conductas de dependencia de la familia. Profesionalmente, la falta de seguridad les impide aceptar nuevas responsabilidades o trabajos que impliquen relacionarse con gente nueva, aunque sea en detrimento de una posible promoción laboral. Si se ven obligados a ello, son proclives a poner excusas o incluso pueden presentar quejas somáticas erráticas. 


TRASTORNO POR DEPENDENCIA  



Viven presas de un sentimiento de insuficiencia, jamás valoran sus propios logros y se angustian ante la idea de tener que actuar por su cuenta. Como consecuencia, casi nunca tienen la ocasión de sentirse gratificados. A veces actúan en contra de sus propios deseos y llegan a hacer cosas que les resultan desagradables con tal de que se les siga aceptando y no pierdan el apoyo que necesitan. Nunca piden nada, por razonable que sea, y se muestran extraordinariamente sumisos. La pérdida de una relación importante para ellos les crea una sensación tal de desamparo que puede ser causa de descompensaciones graves, acompañadas a veces de ideación autolítica. En el aspecto laboral son pasivos, no muestran iniciativas y llegan a renunciar, a promocionarse con el fin de evitar envidias o simplemente ser mal vistos. Presentan a menudo trastornos depresivos, de ansiedad y de adaptación. 
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO  

Su exigencia y extremado perfeccionismo les impiden tener una visión global de las cosas. Antes de iniciar una tarea, pueden quedarse atascados intentando decidir cuál sería la mejor forma de hacerla. Son personas preocupadas por la eficacia, que no toleran el ocio; esto les lleva a renunciar a actividades placenteras o relaciones personales. Rendimientos bajos, ya sea por su desorganización y lentitud o por su tendencia a dejar para el último momento las cosas importantes. Esclavos de la limpieza y les horroriza desprenderse de las cosas. Aunque se muestran pedantes, rígidos e intransigentes, son inseguros y temerosos y pronto se ponen a la defensiva. Les caracteriza la rectitud y los escrúpulos de conciencia y son muy dados a moralizar. Emociones afectuosas raras en ellos y se sienten molestos si otros las manifiestan. Los límites entre el trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad y el trastorno obsesivo-compulsivo no siempre son fáciles de establecer. La mayoría de los estudios clínicos encuentran que el primero precede al inicio del segundo. 

OTROS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD 



Depresivo

la tristeza.Infelices y desgraciadas y cogniciones negativas. Son serias, viven sin alegría y carecen de sentido del humor. Apesadumbradas, perennemente preocupadas, pesimistas, siempre anticipan lo peor y con facilidad son presas del desaliento. Baja autoestima y posturas críticas y negativas con los demás. Se da más en las familias de pacientes con trastorno depresivo y se discute si podría constituir una predisposición a padecer este último. 


Trastorno pasivo-agresivo  

Suele ponerse más de manifiesto en el ámbito laboral; son personas que no toleran la autoridad y constantemente ponen objeciones a todo lo que se les pide. No tienen conciencia de que su conducta es la causa de sus conflictos, se sienten incomprendidos y se vengan con agresiones encubiertas, obstaculizando el trabajo del prójimo. Viven contrariados y malhumorados, son envidiosos y rencorosos y se irritan y discuten. Pueden presentar trastornos distímicos y depresivos, así como un consumo excesivo de alcohol. 


Trastorno de la personalidad sádica

Relaciones dominadas por comportamientos crueles o degradantes. Comportamientos desconsiderados y agresivos para con el prójimo; que van unidos a una curiosa fascinación por la violencia y a la tendencia a torturar organismos vivos, sin sensaciones egodistónicas ni conciencia de alteración psíquica. Clínicamente rara. Frecuente en contextos forenses. Causada a menudo por maltrato parental.



Trastorno de la personalidad autofrustrante 

Orientan sus vidas hacia desenlaces desfavorables. Rechazan la ayuda o a las circunstancias propicias. Responden con disforia a los desenlaces favorables. Conducta generadora de continuas desgracias, que son vividas con incomprensible resignación. 



La Esquizofrenia


es un trastorno mental que se encuentra dentro del grupo de los llamados trastornos psicticos. Las personas afectadas de esquizofrenia pueden presentar una grave distorsin en el pensamiento, la percepcin y las emociones, manifiestan prdida de contacto con la realidad y experimentan alucinaciones (fenmeno en el que las personas escuchan y/o sienten cosas que los otros no escuchan ni sienten). Las personas que padecen esquizofrenia tambien manifiestan otros sntomas, como los delirios, en que se tienen ideas extras que no se ajustan a la realidad o al consenso social. Ademas, sus emociones se ven afectadas con perdida de habitos e interes, aislamiento social, depresion y/o irritabilidad. No hay ningun sintoma que, por si mismo, sea caracterstico de este trastorno, ni todas las personas afectadas muestran todos y cada uno de los sintomas descritos. 



¿Quien la padece?

Cualquier persona puede padecer esquizofrenia, y se da de manera similar en hombres y mujeres. El inicio del trastorno se produce a menudo durante la adolescencia incluso en la infancia- o al principio de la edad adulta. En los hombres parece que empieza a una edad mas precoz. 

¿Que provoca esquizofrenia?

No se conoce qu provoca la esquizofrenia, pero las investigaciones indican que tiene que ver con una combinacin de factores genticos y ambientales que crean un estado de vulnerabilidad en la persona y una predisposicin a desarrollar el trastorno si se dan circunstancias facilitadoras para ello.

¿Se cura? 

Puede tener diversas evoluciones, entre ellas la remision total. El trastorno tambien puede progresar a largo plazo con remisiones y exacerbaciones. Sin embargo, mucho se conoce ya sobre las posibilidades de tratamiento para las personas que padecen esquizofrenia a fin de poder mejorar su calidad de vida. La remision y estabilizacin del trastorno permite a los pacientes desarrollar una vida autonoma pudiendo asumir responsabiliades familiares y laborales. Una persona vulnerable al trastorno debe estar alerta a los factores que pueden desencadenar una crisis, a fin de intentar evitarla o de minimizar sus efectos. Es importante que en los momentos de inicio de una crisis pueda movilizar los recursos de ayuda: familia, profesionales, etc.

 Los primeros sintomas

Antes de una crisis, las personas afectadas experimentan habitualmente cambios peculiares en el comportamiento, en la percepcion y en el estado de animo. La presencia de estos sintomas puede causar cierto desconcierto, sobre todo en la familia. Los sintomas pueden variar mucho entre personas pero pueden identificarse por ser cambios en el comportamiento habitual hasta aquel momento. 

Algunos de los sintomas son

 Cambios en la actividad habitual (trabajo, escuela...), en los habitos diarios (alteraciones en la alimentacion, higiene personal), en el ritmo de sueño y vigilia. - Aislamiento social, actitudes suspicaces o reticentes. - Creencias no usuales y/o obsesiones. - Cambios en la percepcion (alucinaciones). 

Evolucion del trastorno

La aparicion de la esquizofrenia puede ser gradual o bien puede presentarse de pronto, sabitamente. Por otro lado, su evolucion es variable, suele desarrollarse alternando periodos de crisis (fase aguda) con momentos estables o de remision total o parcial de los sintomas (fase estable). Entre estos dos estados, puede haber periodos donde se reduzca la intensidad de los sintomas, que pueden durar unos seis meses despues de una crisis (fase de estabilizacin).

El diagnostico 

Para diagnosticar la esquizofrenia un especialista en salud mental (psiquiatra o psiclogo) debe realizar un estudio clinico de los sintomas que padece el paciente desde hace algun tiempo, una vez el medico de familia lo haya derivado. Ademas, se realizaron pruebas de laboratorio y/o complementarias para descartar otras enfermedades o el uso de sustancias toxicas. Es importante que la persona afectada explique todos los cambios que este sufriendo, a fin de que el especialista pueda realizar un diagnostico adecuado. 

¿Se puede hacer prevencion?

Las primeras seales de cambios en el comportamiento habitual pueden alertar de que alguna cosa no va bien y se puede pedir ayuda a los profesionales de la salud. En estos momentos, es importante que se realice un diagnostico precoz del trastorno. Potenciar los recursos personales, aumentar la tolerancia al estres, disminuir los factores de tension psicosocial, mejorar las habilidades para relacionarse... son, junto con tener un buen vnculo teraputico que permita implementar el tratamiento oportuno, los principales elementos de prevencion de la aparicion de una crisis. Esta prevencin se incrementa si se mantiene un estilo de vida saludable y estable, y se potencian las capacidades personales y el autocuidado. Hay que fomentar este tipo de factores preventivos del trastorno, as como evitar otros que podran indicar un mayor riesgo de desestabilizacin (situaciones de estres, abandono de la medicacion, consumo de drogas, etc.). 
Tratamiento

El abordaje teraputico de la esquizofrenia es integral, es decir, se realiza de manera global, combinando diferentes tipos de tratamientos: el medico y las terapias psicosociales. Es importante recibir ayuda lo antes posible y que el equipo asistencial realice un plan de tratamiento, donde el individuo afectado, su familia y las personas con las que se relaciona formen parte activa. En el plan de tratamiento, haber que tener en cuenta el tipo y el lugar donde se realiza, como las preferencias de la persona que padece el trastorno y su familia. Para un mayor detalle sobre la medicacin y las intervenciones psicosociales utilizadas actualmente puede consultarse la Gua de Prctica Clnica sobre la Esquizofrenia y el Trastorno Psictico Incipiente. 



Tratamiento Medico 


La medicacion es una parte muy importante para el tratamiento de las personas que padecen un trastorno esquizofrnico. Se ha demostrado su eficacia para atenuar los sintomas en periodos de crisis (episodios agudos), para la prevencion de recadas o para la mejora de los sintomas entre crisis. Los antipsicticos son la medicacion principal, ya que disminuyen los sintomas y previenen recaidas. Asimismo, otras medicaciones son utilizadas tanto para estabilizar el estado de animo como para corregir efectos adversos (medicaciones coadyuvantes). Hay dos grandes grupos de antipsicticos: 
A. Los llamados antipsicticos de primera generacion o convencionales (el haloperidol, la clorpromazina, la clotiapina, el sulpiride, etc.).
 B. Los antipsicticos de segunda generacin o atpicos, ms modernos (la clozapina, la olanzapina, la risperidona, el sertindol o la quetiapina, la ziprasidona, el amisulpride y el aripiprazol). Todos ellos son efectivos en dosis adecuadas para reducir la mayor parte de los sintomas de la esquizofrenia. 

 Tratamiento psicosocial

La terapia psicosocial es el otro elemento clave, junto con la medicacion, del tratamiento de la esquizofrenia. Con ella se pretende reducir la vulnerabilidad de la persona que padece esquizofrenia ante las situaciones de estres, reforzando su adaptacion y funcionamiento social, y procurando conseguir la mejor calidad de vida posible. Hay diferentes tipos de terapias y la eleccion de una u otra depender tanto de la persona afectada (segun sus caractersticas, necesidades y preferencias) como de los recursos existentes en un momento dado. En todos los tipos de terapias es comun y fundamental establecer una relacion de confianza con el profesional y el equipo responsable del tratamiento. En un primer momento de crisis, las intervenciones psicosociales, ademas de informar sobre el trastorno, el tratamiento y el pronostico, ayudan a identificar y reducir todo aquello que pueda resultar estresante. En un segundo momento de estabilizacion del trastorno, se recomiendan intervenciones psicolgicas que ayuden a
A. Elaborar el impacto de la crisis. 
B. Afrontar los efectos en la identidad, autoestima, vida de relacin y proyectos de vida. 
C. Recibir apoyo en la resolucin de problemas de la vida cotidiana, a traves de un vinculo con el terapeuta que fomente la esperanza, la empatia, el optimismo y la estabilidad en el proceso de cuidados.
 Las intervenciones tambien van dirigidas a la familia o a las personas con vinculos significativos con los afectados de esquizofrenia para ayudarles a entender el trastorno y el efecto que pueda tener en algunas de sus conductas. Posteriormente, en la fase estable o de mantenimiento, el objetivo es avanzar en la mejora de la calidad de vida de la persona afectada y su familia, promoviendo estrategias de control del trastorno para evitar recadas, recibiendo el apoyo necesario para afrontar los problemas de la vida cotidiana y fomentando la habilitacin o rehabilitacin de las capacidades para desarrollar con la mayor autonoma posible las actividades formativas o laborales, de relacion o de autocuidado.

 BIBLIOGRAFIA 

http://sepypna.com/documentos/articulos/lasa-hiperactividad-trastornos-personalidad.pdf
http://www.guiasalud.es/egpc/esquizofrenia/pacientes/02_que_es.html
http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/docente/pd-000009.pdf
https://animasalud.files.wordpress.com/2010/01/personalidad.pdf

Psicopatologia-Universidad Arturo Michelena 

Elaborado por: 
Alvarado Laura
Goncalves Yessica 
Herrera Sandra 
Jimenez Gerarmar
Docente :Sonia Candelo
Seccion: 2M

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